Cuando llega el momento de hacer uso de nuestro seguro internacional de gastos médicos es cuando realmente estamos poniendo a prueba el producto por el que hemos estado pagando.
El seguro de salud es en esencia un producto financiero pro el que la aseguradora hace frente a los gastos médicos del asegurado. En unas ocasiones lo hace pagando directamente al proveedor de servicios médicos, y en otros reembolsando al asegurado los gastos que éste ha desembolsado.
Para que se dé el pago directo, es necesario que se produzca la notificación a la aseguradora y que ésta haya enviado la Carta de Garantía correspondiente.
Hoy vamos a repasar cómo podemos presentar correctamente los gastos que ya hemos pagado. El realizar el proceso de presentación del reclamo correctamente puede suponer una gran diferencia tanto en el tiempo de respuesta de la aseguradora, como en la cuantía del reembolso que se reciba.
Para ello vamos a repasar paso a paso nuestros consejos para la presentación de un reclamo:
1.- Conocer los requisitos de la compañía.
Parece una obviedad, lo reconozco, pero lo cierto es que cada compañía es un mundo y lo que para una es un requisito esencial para otra es irrelevante, y viceversa.
Habla con tu asesor de seguros, revisa la página web de la aseguradora, consulta los documentos que recibiste al contratar la póliza, y antes de enviar nada a la compañía, asegúrate de que conoces los procedimientos.
Esto no solo te ayudará a recibir el pago antes, sino que te ayudará a conocer tu plan y las coberturas que te ofrece.
2.- Obtener la última versión de los formularios de reclamo.
La mayor parte de las compañías exigen que se rellene un formulario con datos básicos y en el que se relacionen las facturas y recibos que se presentan para reclamar. No todas lo hacen, pero sí la mayoría.
Hay compañías muy estrictas que exigen que el formulario que se presente sea la última versión, y rechazan los reclamos presentados en versiones anteriores. No es un motivo grave de rechazo, pero puede retrasar el proceso.
3.- Recopilar facturas y recibos originales.
Para poder reclamar los gastos en los que hemos incurrido y que deben estar cubiertos por nuestro seguro, es importante presentar siempre originales de documentos que cumplan con las formalidades legales de cada país.
Las compañías no solo los exigen por sus propios procedimientos, sino porque ellas también deben ser capaces de acreditar que pagaron gastos médicos soportados por documentos formales y originales.
4.- Verificar las fechas de las facturas.
Muchos planes de seguro establecen un límite a la antigüedad de las facturas que van a compensar. Pueden ser tres meses, seis o doce, pero normalmente hay un límite. Es importante presentar el reclamo antes de que los recibos se pasen de fecha, ya que de otra forma lo más probable es que nos los rechacen.
5.- Agrupar las facturas por diagnósticos.
Como estamos diciendo, cada compañía puede tener sus reglas, pero incluso las que no exigen ciertos requisitos agradecerán un poco de orden y formalidad a la hora de presentar los documentos. Agrupar las facturas por diagnósticos ayuda a la hora de procesar y de tomar decisiones de cobertura.
El diagnóstico es una información muy relevante que debe figurar en la factura o en algún documento que la acompañe, ya que es lo que va a determinar si un deteminado acto médico está o no cubierto, ya que tanto las condiciones generales de la póliza como las particulares pueden establecer exclusiones a las coberturas.
Hay compañías que exigen que cada reclamo sea referido a un solo diagnóstico, agrupando las facturas que le correspondan bajo un formulario de reclamo. Es una buena práctica que también nos ayudará a nosotros a llevar un seguimiento de lo reclamado.
6.- Aportar las recetas para las medicinas.
Si el plan cubre medicinas, exigirá que las facturas vengan acompañadas de un documento del médico recetando esos medicamentos.
Muchas compañías son muy estrictas con este requisito y es importante aportarlo desde el principio para no retrasar o atascar el proceso. Cuando las medicinas se toman por periodos largos de tiempo, normalmente basta con aportar una sola receta que se puede reutilizar para varios reclamos, pero las compañías suelen darle una validez máxima, que suelen establecer en un año, tras la cual deberemos presentar una nueva receta.
7.- Aportar las órdenes para las pruebas diagnósticas.
Algo similar sucede con las pruebas diagnósticas, que siempre deben estar prescritas por un médico y por un motivo cubierto por la póliza. El presentar facturas de laboratorio o de diagnóstico por imagen sin acompañar los volantes de prescripción de un doctor es uno de los motivos más frecuentes de retraso de un reclamo porque la compañía para el proceso para demandar esa documentación.
8.- Verificar que se está acreditando el pago.
También parece una obviedad, pero los seguros internacionales se enfrentan a pagos realizados en todo el mundo, y no todos los recibos o facturas que entregan los médicos u hospitales dejan claro que el servicio está pagado.
Podemos aportar casi cualquier documento que nos ayude a acreditar el pago, como las boletas de tarjeta de crédito o los estados de cuenta de las mismas.
Ante la duda, mi consejo es aportarlos.
9.- Adjuntar documentación relevante.
No se trata de inundar a la compañía con documentos, sino de ayudarles a la hora de decidir qué está cubierto: informes médicos con detalles de un diagnóstico o de una cirugía, los ya mencionados volantes de prescripción de medicinas y pruebas diagnósticas, justificantes de pago, ... Otra vez, como en el punto anterior: ante la duda, aportarlos.
10- Remitir la documentación a tu asesor de seguros.
Este último punto, evidentemente no es un requisito de las compañías, pero sí es un punto que te ayudará a realizar todas las comprobaciones de los nueve puntos anteriores. Piensa que tu asesor de seguros se enfrenta a estas cosas todos los días y sabe qué compañía es más exigente con qué requisito y puede ayudarte en ese proceso y a hacer el seguimiento.
Tu asesor sabe qué plazos son los normales para cada compañía y sabe cuándo contactar con ellas si parece que se están tomando más tiempo del normal.
Seguro que este decálogo se puede ampliar o resumir, pero es una lista de verificación muy operativa. Espero que te resulte de utilidad. Para cualquier aclaración, sabes que puedes contactar conmigo.
El seguro de salud es en esencia un producto financiero pro el que la aseguradora hace frente a los gastos médicos del asegurado. En unas ocasiones lo hace pagando directamente al proveedor de servicios médicos, y en otros reembolsando al asegurado los gastos que éste ha desembolsado.
Para que se dé el pago directo, es necesario que se produzca la notificación a la aseguradora y que ésta haya enviado la Carta de Garantía correspondiente.
Hoy vamos a repasar cómo podemos presentar correctamente los gastos que ya hemos pagado. El realizar el proceso de presentación del reclamo correctamente puede suponer una gran diferencia tanto en el tiempo de respuesta de la aseguradora, como en la cuantía del reembolso que se reciba.
Para ello vamos a repasar paso a paso nuestros consejos para la presentación de un reclamo:
1.- Conocer los requisitos de la compañía.
Parece una obviedad, lo reconozco, pero lo cierto es que cada compañía es un mundo y lo que para una es un requisito esencial para otra es irrelevante, y viceversa.
Habla con tu asesor de seguros, revisa la página web de la aseguradora, consulta los documentos que recibiste al contratar la póliza, y antes de enviar nada a la compañía, asegúrate de que conoces los procedimientos.
Esto no solo te ayudará a recibir el pago antes, sino que te ayudará a conocer tu plan y las coberturas que te ofrece.
2.- Obtener la última versión de los formularios de reclamo.
La mayor parte de las compañías exigen que se rellene un formulario con datos básicos y en el que se relacionen las facturas y recibos que se presentan para reclamar. No todas lo hacen, pero sí la mayoría.
Hay compañías muy estrictas que exigen que el formulario que se presente sea la última versión, y rechazan los reclamos presentados en versiones anteriores. No es un motivo grave de rechazo, pero puede retrasar el proceso.
3.- Recopilar facturas y recibos originales.
Para poder reclamar los gastos en los que hemos incurrido y que deben estar cubiertos por nuestro seguro, es importante presentar siempre originales de documentos que cumplan con las formalidades legales de cada país.
Las compañías no solo los exigen por sus propios procedimientos, sino porque ellas también deben ser capaces de acreditar que pagaron gastos médicos soportados por documentos formales y originales.
4.- Verificar las fechas de las facturas.
Muchos planes de seguro establecen un límite a la antigüedad de las facturas que van a compensar. Pueden ser tres meses, seis o doce, pero normalmente hay un límite. Es importante presentar el reclamo antes de que los recibos se pasen de fecha, ya que de otra forma lo más probable es que nos los rechacen.
5.- Agrupar las facturas por diagnósticos.
Como estamos diciendo, cada compañía puede tener sus reglas, pero incluso las que no exigen ciertos requisitos agradecerán un poco de orden y formalidad a la hora de presentar los documentos. Agrupar las facturas por diagnósticos ayuda a la hora de procesar y de tomar decisiones de cobertura.
El diagnóstico es una información muy relevante que debe figurar en la factura o en algún documento que la acompañe, ya que es lo que va a determinar si un deteminado acto médico está o no cubierto, ya que tanto las condiciones generales de la póliza como las particulares pueden establecer exclusiones a las coberturas.
Hay compañías que exigen que cada reclamo sea referido a un solo diagnóstico, agrupando las facturas que le correspondan bajo un formulario de reclamo. Es una buena práctica que también nos ayudará a nosotros a llevar un seguimiento de lo reclamado.
6.- Aportar las recetas para las medicinas.
Si el plan cubre medicinas, exigirá que las facturas vengan acompañadas de un documento del médico recetando esos medicamentos.
Muchas compañías son muy estrictas con este requisito y es importante aportarlo desde el principio para no retrasar o atascar el proceso. Cuando las medicinas se toman por periodos largos de tiempo, normalmente basta con aportar una sola receta que se puede reutilizar para varios reclamos, pero las compañías suelen darle una validez máxima, que suelen establecer en un año, tras la cual deberemos presentar una nueva receta.
7.- Aportar las órdenes para las pruebas diagnósticas.
Algo similar sucede con las pruebas diagnósticas, que siempre deben estar prescritas por un médico y por un motivo cubierto por la póliza. El presentar facturas de laboratorio o de diagnóstico por imagen sin acompañar los volantes de prescripción de un doctor es uno de los motivos más frecuentes de retraso de un reclamo porque la compañía para el proceso para demandar esa documentación.
8.- Verificar que se está acreditando el pago.
También parece una obviedad, pero los seguros internacionales se enfrentan a pagos realizados en todo el mundo, y no todos los recibos o facturas que entregan los médicos u hospitales dejan claro que el servicio está pagado.
Podemos aportar casi cualquier documento que nos ayude a acreditar el pago, como las boletas de tarjeta de crédito o los estados de cuenta de las mismas.
Ante la duda, mi consejo es aportarlos.
9.- Adjuntar documentación relevante.
No se trata de inundar a la compañía con documentos, sino de ayudarles a la hora de decidir qué está cubierto: informes médicos con detalles de un diagnóstico o de una cirugía, los ya mencionados volantes de prescripción de medicinas y pruebas diagnósticas, justificantes de pago, ... Otra vez, como en el punto anterior: ante la duda, aportarlos.
10- Remitir la documentación a tu asesor de seguros.
Este último punto, evidentemente no es un requisito de las compañías, pero sí es un punto que te ayudará a realizar todas las comprobaciones de los nueve puntos anteriores. Piensa que tu asesor de seguros se enfrenta a estas cosas todos los días y sabe qué compañía es más exigente con qué requisito y puede ayudarte en ese proceso y a hacer el seguimiento.
Tu asesor sabe qué plazos son los normales para cada compañía y sabe cuándo contactar con ellas si parece que se están tomando más tiempo del normal.
Seguro que este decálogo se puede ampliar o resumir, pero es una lista de verificación muy operativa. Espero que te resulte de utilidad. Para cualquier aclaración, sabes que puedes contactar conmigo.